Alquilar una vivienda no es fácil y por lo general implica un riesgo. El propietario (arrendador) entrega la posesión de una casa que ha comprado con todo su esfuerzo a cambio de un pago mensual y con la esperanza de mantener una buena relación con el inquilino y tener garantías del pago de alquiler. Escoger a un buen inquilino es la clave. Además del papeleo, la vivienda hay que tenerla en buenas condiciones de habitabilidad.
Es muy importante conocer muy bien el perfil del cliente, el tiempo de estancia previsto y saber si es solvente.
Cada una de estas condiciones puede ser comprobada, pidiéndole una serie de documentación. Siempre se suele pedir las tres últimas nóminas, contrato de trabajo. En caso de ser autónomo, las declaraciones del IRPF y del IVA. En caso que alquila un matrimonio, dos amigos o una pareja, es recomendable que firmen ambos para así poder pedir a los dos toda la información. También es bueno tener referencias de otros caseros si anteriormente estaba alquilado y saber los motivos porque se cambia. También podemos consultar el Fichero de Inquilinos Morosos, siempre con el permiso del inquilino por la Ley de Protección de Datos.
Con los ingresos que tienen ya se puede ver lo que se debe destinar al pago del alquiler. Esta cifra debería estar entre el 30-40% de los ingresos netos de la unidad familiar, una vez descontados el resto de deudas y pagos, como préstamos, etc.”
¿Qué garantías de pago de alquiler podemos pedir?
Lo más común es un aval bancario pero cada vez es más difícil que los inquilinos lo presenten ya que tiene un coste elevado (dependiendo del importe del alquiler), y encima el banco les retiene todo el dinero.
Otra opción es que el inquilino busque un avalista solvente.
También se puede contratar un pacta de alquiler. Es más económico, pero sólo se garantiza la defensa jurídica y recuperación de la vivienda en poco tiempo. El Pacta de alquiler es un Convenio Arbitral anexo al contrato de arrendamiento que protege los intereses de propietarios e inquilinos a través del arbitraje en derecho. Agiliza el procedimiento jurídico en caso de incumplimiento de contrato, ahorrando tiempo y dinero. No te adelanten las rentas impagadas.
https://blog.spacioinmobiliaria.com/2017/12/27/pacta-de-alquiler-tca/
Otra alternativa que está funcionando muy bien es contratar un seguro de impago de alquiler. Tiene un coste para el arrendador, pero, a su vez, se hace un estudio de solvencia del inquilino, previo consentimiento de éste.
Una gran ventaja del seguro es que además de cubrir el impago del alquiler, le ofrece otras coberturas como cubrir los posibles actos vandálicos (del continente y contenido), defensa jurídica, gastos de cerrajero en caso de desalojo, limpieza, etc…
No arriesgues y contrata un seguro de impago. Muchas veces no es tan caro como piensas. Te da tranquilidad y te quita dolores de cabeza. Además, lo puedes desgravar como un gasto. También hay una opción de negociar este pago a medias con el inquilino.
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